lunes, 2 de agosto de 2010

Luck #1 Colorido

Cuando estaba en el colegio, en mi clase había una chica pequeñita a la que yo admiraba en secreto. Tenía el cabello castaño y le llegaba hasta la cintura, tres pendientes brillantes en las orejas y unos labios color melocotón. Todo lo que llevaba iba en contra de las normas de la escuela pero a ella le daba igual. No tenía ninguna amiga y a veces se metían con ella, pero no parecía triste por estar sola. Ni tampoco lloraba cuando la atacaban.
Desde pequeña se me ha dado fatal defender mi opinión ante los demás, de modo que lo único que hago es amoldarme a la situación. Si ahora digo esto, quedaré bien. Si ahora hago lo de más allá, no me regañarán. Quizás por eso admiraba tanto a alguien como ella, que parecía vivir con libre albedrío. Soñaba con ser dibujante de cómics para chicas. De noche, en secreto dibujaba una historia tras otra. Era mi única alegría. Pero no podía contárselo a nadie. Decir que quería ser dibujante sonaba tan poco realista y las historias que escribía eran tan fantasiosas que me daba vergüenza hasta a mí. Me daba miedo que se burlaran.
Una tarde me encontré a aquella chica por la calle. Parecía una persona completamente distinta a cuando estaba en el colegio. Hablaba y sonreía mucho. El vestido con diseño de frutas de colores que llevaba aquel día le sentaba cien veces mejor que el uniforme. Y lograba que todo en ella resultara mucho más colorido. Aquella fue la primera vez que sentí verdadera envidia de ella. La ilusión que se reflejaba en sus ojos mientras me confesaba sus sueños llena de confianza me deslumbraba. El vestido que ella misma se había hecho era precioso y le sentaba de maravilla. Mientras que yo me sentía como si me hubiera dicho claramente lo aburrida que era.
Al pasar de curso nos cambiaron de clase. Nuestras aulas estaban lejos la una de la otra. Me sentía triste, pero a la vez aliviada. Era una sensación compleja. A veces, durante las reuniones matutinas y demás actos buscaba con la mirada aquellos cabellos tan bonitos que casi se trasparentaban al sol… pero nunca los encontraba. Había dejado de venir a clase, así que un día decidí ir a buscarla. Ahí es cuando me di cuenta de que no se trataba en ningún modo de vivir con libre albedrío sino que, por el contrario, para ella defender su modo de vida en un lugar donde la libertad era tan limitada era una lucha personal.
Aquel verano, debido al trabajo de mi padre tuvimos que mudarnos. Entonces conocí la tristeza y la aprensión que se siente al salir en solitario del rebaño. Sin embargo, allí adonde me dirigía había preparado un nuevo molde para mí. Y yo ajustaría mi color y mi forma para encajar a la perfección en ese molde. Así es como vive todo el mundo. Porque, a la hora de la verdad, eso es siempre lo más cómodo.
Aquella chica que se había apartado del rebaño monócromo y que era en sí misma como un caramelo multicolor siempre estaba mirando a través de la ventana. Y en lo más profundo de sus ojos se dibujaba un sueño color arco iris…

2 ♣ Comentarios:

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

soy un amigo de rebeca.

esto lo escribes tú? si es así, esta cosa mola mucho, aunque supongo que como en todo, habrá a gente que no le guste y lo ponga verde, en cualquier caso, sigue con esto que da caña!! xD

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